Ahora que ya no es ninguna cosa tabú y que muchas marcas de ropa interior masculina están lanzando varias colecciones anuales de lencería para hombres, ha llegado el momento de recapitular y anotar los mejores trucos y consejos para saber cómo conservar tu lencería masculina y que siempre parezca que la acabes de comprar.
Comencemos por el principio: las instrucciones de lavado
Sí, ya sabemos que a veces están compuestas de infinidad de símbolos que parecen jeroglíficos egipcios pero en la era Google no te va a costar descifrarlos… ¡y lo sabes! Así que, si quieres saber cómo conservar tu lencería masculina en perfecto estado, el primer paso es perder cinco minutos de tu vida atendiendo pacientemente a los consejos que el fabricante del modelo de encaje, el tanga transparente o la lencería erótica que hayas adquirido te señala en las instrucciones de lavado.
Con total seguridad la marca de lencería prescribirá que es mejor que laves tus prendas a mano que en la lavadora. Y así es. Siempre que puedas, prescinde de juntar tu lencería con el resto de la colada. Además ahorrarás luz. Pero si te resulta imposible, introduce tus prendas en la lavadora dentro de una bola o una bolsa de lavado que las protegerá y evitará en buena parte un pronto deterioro. Eso sí, que no se te ocurra darle a la tecla del centrifugado.
Lavar a mano: cómo hacerlo correctamente
Para lavar a mano tus prendas de lencería debes tener presente lo siguiente: el bidé, el lavabo o la ducha son territorios prohibidos. Lava tus modelos en un recipiente adecuado y siempre con detergente especial para prendas delicadas. Si, por circunstancias de la vida, te has quedado sin detergente puedes suplirlo con jabón con ph neutro.
Después de sumergir las piezas en agua y detergente durante unos minutos, acláralas con agua limpia sin estrujarlas ni retorcerlas. Ten en cuenta que los materiales de los que están compuestas y su delicado proceso de confección las hacen muy susceptibles a pequeñas roturas.
Un rayo de sol… en tu corazón pero no en tu lencería
Nunca tiendas ninguna pieza de ropa interior masculina al sol. Pero mucho menos si se trata de lencería. Lo ideal, si dispones del espacio adecuado, sería depositar la prenda lavada sobre una toalla blanca y limpia en un lugar aireado (si es posible en el exterior) y a la sombra, dándole la vuelta cada diez minutos hasta conseguir un secado completo.
Guardo mis modelos de lencería en cualquier lado… ¿Qué hago súper? ¿Me mato?
Pues eso. Ni se te ocurra amontonar tu lencería dentro del armario de cualquier manera. Lo correcto sería que tuvieses una caja rectangular de mimbre o de cualquier otro material no estanco en la que colocaras tus prendas extendiéndolas completamente. Tampoco las deposites, después de usarlas, en la cesta de la ropa sucia. Además, no es conveniente que pase mucho tiempo desde que las has utilizado hasta que reciban su lavado rejuvenecedor.
En definitiva, trata a tu lencería masculina como se merece. Sabes los buenos momentos que te proporciona y lo impagable que es esa sensación de verse con ella reluciendo sobre tu cuerpo. ¿De verdad vas a lavarla de cualquier manera?
- Imágenes: Candyman, L’Homme Invisible, Secret Male, Daddy Underwear
Muy interesante y la información muy precisa
Excelente!!!