Que los complementos de moda para hombre se han convertido en aliados perfectos (casi obligatorios) en nuestro día a día nadie lo duda. Y que dentro de ellos los relojes para hombre son los auténticos reyes de los accesorios masculinos, tampoco. Solo hace falta echar un breve vistazo a las revistas de moda masculinas y a los principales generadores de opinión como los influencers para constatarlo. Y tiene su mérito si tenemos en cuenta que los relojes de pulsera llevan con nosotros más de 200 años. Pareciera que el tiempo pasa para todos menos para ellos. Una deliciosa paradoja temporal.
Son cómodos, útiles y bellos. Pero sobre todo son un rasgo distintivo. Los relojes hombre hablan de nosotros, de nuestros gustos y de nuestros intereses. Nos diferencian del resto al tiempo que constituyen nuestra mejor carta de presentación. Aliados imprescindibles para una buena primera impresión y compañeros de un viaje vital, los relojes narran nuestro devenir marcando su propio compás. Estas auténticas creaciones de ingeniería y precisión nos permiten soñar con la quimera del control del tiempo. Un anhelo tan humano como imposible de conseguir y del que solo podemos atisbar trazas cada vez que giramos la muñeca y vemos el tiempo -la vida- pasar de una forma estilosa y elegante gracias a nuestro reloj de pulsera.
Últimas tendencias en relojes para hombre
Tras dos años en barbecho por el impacto del Covid en nuestras vidas, la industria relojera se ha puesto las pilas y nos ha brindado una impresionante sucesión de propuestas innovadoras cada vez más comprometidas con el medio ambiente. De hecho, una de las características de un buen reloj es su durabilidad por lo que elegir correctamente es una decisión que va más allá de la estética y que encierra una visión ética de respeto al entorno natural. De ahí que no está de más dejarse aconsejar por expertos en el tema como los profesionales de Joyería Canal que, a parte de tener su tienda online, resuelven tus dudas al instante también desde sus tiendas físicas.
Las tendencias para los próximos meses de ese pequeño gran objeto que se aferra con elegancia a nuestra muñeca apuestan por cubrir todas las necesidades del hombre activo (por eso nos encontraremos desde acabados más sofisticados hasta diseños totalmente deportivos). Repasando los nuevos lanzamientos de las marcas más consagradas (Citizen, Seiko, Sandoz, Mark Maddox…) constatamos una vuelta -si es que alguna vez se fue- del minimalismo y los tonos más naturales y una reinterpretación del diseño retro que tan bien funcionó en los años ochenta del siglo XX. Así es como se ha logrado convertir la nostalgia en algo llamativo y potente para atraer al público más joven que con la omnipresencia del móvil ha ido arrinconando el uso del reloj.
También observamos como se incorporan en los relojes para hombre las tecnologías más punteras y el uso de materiales reciclados o desarrollados en los propios laboratorios de las compañías para minimizar el impacto ecológico de su producción.
Así pues, la versatilidad, la estética anclada en el pasado pero proyectada al futuro y los avances técnicos que repercuten en sostenibilidad y en el menor impacto ambiental posible son los tres impulsos que mueven a los nuevos relojes para hombre.
Origen de los relojes de pulsera
La práctica totalidad de las fuentes históricas coinciden en poner fecha y protagonista al nacimiento del reloj de pulsera: en 1812 la reina Carolina Murat, hermana de Napoleón, recibió el que se considera el primer reloj de pulsera de manos de Abraham-Luois Breguet. Aunque en puridad debería considerarse más bien un brazalete, este complicado mecanismo montado sobre hilos de oro trenzados es el embrión de lo que hoy conocemos como reloj de pulsera. Y no deja de ser curioso que ya desde su propio nacimiento este complemento se considerara una joya, un bien preciado y propio, ni más ni menos, que de toda una reina de Nápoles.
Será hacia finales del siglo XIX cuando el uso de un reloj sujetado por cintas o cadenas se populariza especialmente entre las mujeres de la alta sociedad. Y será también entonces cuando se fije el carácter de joya atemporal que acompaña a este accesorio hasta nuestros días.
La transición de los relojes de bolsillo (que seguían siendo los preferidos por los hombres) a los relojes de pulsera debe mucho al piloto Alberto Santos Dumont y su interés por poder usar ambas manos y vigilar el reloj a la vez. Así nace el Cartier Santos en 1904: el primer reloj de pulsera y primer reloj de piloto diseñado por Louis Cartier.
La Primera Guerra Mundial trae consigue el uso masivo del reloj de pulsera en ámbitos militares y profesionales y de navegación. Y, como era de esperar, el paso del ámbito militar al civil fue bastante rápido, adquiriendo los relojes para hombre una gran popularidad y demanda a lo largo de todo el siglo XX.
Historia y diseño se unen en un complemento que dice mucho del hombre que lo lleva.
