Seleccionar y publicar en un perfil de Instagram más de (hasta el momento) diez mil imágenes centradas en la belleza masculina puede resultar un cometido pantagruélico. Pero gracias a esta tarea laboriosa, el diseñador de muebles vasco Jon Gasca ha acabado alumbrando un apoteósico atlas de la anatomía y la psique masculinas agrupado por planos de disección: Hoscos. Un mapa de carreteras (principales y secundarias) que se despliegan a la vista como una retícula cargada de significados.
Hoscos acumula desde 2012 más de cuatro cientos mil seguidores y se ha convertido en el portulano de una generación y una década que recorre desde la vertiente más física del hombre hasta sus recovecos más psicológicos y profundos. Como bien apunta su creador: «la manera en la que nos retratamos dice mucho de nuestra propia percepción». Y su perfil de la red social fotográfica revela la imagen que tenemos de nosotros mismos con una extensa polifonía de puntos de vista.
Fuente de inspiración y lugar de acogida de algunas de las fotografías más deslumbrantes del ciberespacio, Hoscos trasciende el mero compendio de imágenes de hombres con sus cuerpos, sus caras y sus momentos estudiadamente robados para transformarse en notario de la realidad.
Jon Gasca, aprovechando el escaparate de Instagram, recoge el guante -más de ciento sesenta años despúes- lanzado por Walt Whitman en aquel magnífico poema de «Hojas de Hierba» que comienza con un «Desconocido que pasas, no sabes con cuánto anhelo te miro…» y acaba con un «…he de procurar no perderte».
Y ahí radica precisamente la genialidad de Hoscos. Archivando fotos de desconocidos nos brinda una esperanza de permanencia. Capturando las imágenes de hombres en el presente, libra una cruenta batalla contra el olvido y se erige como el seguro digital para preservar la memoria futura de todos los que ocupan un lugar en su archivo fotográfico.
«You’re the artist» (Tú eres el artista) reza en la biografía del perfil de Hoscos, en un guiño a todos los que con sus imágenes (acreditadas correctamente) conforman este archivo visual colectivo. Y no le falta razón. Pero tal y como afirma la historiadora francesa Arlette Farge: «un archivo presupone un archivista, una mano que colecciona y clasifica». Y la mente que se adivina detrás de Hoscos, la mano que selecciona imágenes, es la de un artista multidisciplinar capaz de diseñar butacas y mesas de un encanto reconfortante al tiempo que se adentra en la acuarela abstracta.
Jon Gasca, el coleccionista de imágenes.
Desde pequeño Jon sintió una potente atracción por las imágenes. Atrapado por el campo magnético de las fotografías, guardaba las instantáneas que más le llamaban la atención en una caja de zapatos. Con el tiempo, aquel rectángulo de cartón cobró vida en una alquimia de lenguaje binario reencarnándose en Hoscos y nos hizo partícipes a todos de su admiración por la belleza, de su devoción por las atmósferas hermosas y los ambientes inspiradores.
Ingeniero industrial de formación, diseñador de muebles en STUA (marca de cuya imagen gráfica y corporativa es responsable) y amante tranquilo de la fotografía, Jon Gasca también es el editor de dos libros: «STUA Travel Journal» y «A Simple Way«. Actualmente se encuentra preparando uno sobre Hoscos y retomando su creación pictórica: acuarelas abstractas en las que vuelca, sin ataduras, su genio.
¿Qué te motivó para comenzar un espacio virtual tan peculiar como Hoscos?
He sido un coleccionista de imágenes desde niño. En aquella época solía pasar todas las páginas de todas las revistas que llegaban a mis manos y recortaba las imágenes de películas, arquitectura o lo que fuera que me llamara la atención; llegaba incluso a encolarlas en cuadernos. Para mí este perfil de Instagram es una extensión contemporánea de aquella afición.
Hoscos se ha convertido en una fuente de inspiración y en un catalizador emocional para muchas personas. Hoscos es un lugar muy acogedor y agradable a pesar del nombre. ¿Por qué lo llamaste así?
Hoscos ha ido evolucionando a lo largo de los años. Cuando comencé mi idea era más pequeña. Pensé en crear un perfil con las fotografías que a mí más me gustaban: con imágenes menos comerciales, con hombres hoscos, malencarados y con cara de pocos amigos. Luego, cuando el perfil fue creciendo, me inundó una ola de responsabilidad y pensé que todo el mundo debería sentirse incluido en él.
La decisión de publicar la mayoría de las fotografías en blanco y negro ¿es una apuesta por la atemporalidad?
La verdad es que hay varias razones. Una de ellas es que siempre me ha parecido que la fotografía en blanco y negro ayuda a fijarnos más en el mensaje. También pensé que, al estar todas en blanco y negro, el perfil tendría una seña de identidad que no era común. Finalmente, es cierto, las fotos en blanco y negro son más intemporales y reflejan mi gusto personal.
¿Piensas que la ropa interior masculina y los bañadores pueden ser aliados para catapultar el poder evocador y sugerente de una fotografía?
Yo siempre he sido muy textil y desde luego Instagram tiene una política muy estricta en ese sentido.
¿Tienes previsto editar un libro con una selección de imágenes de Hoscos?
Sí. Dentro de muy pocos meses tendré el proyecto del libro de Hoscos acabado. Voy a intentar que el libro sea algo más que una colección de imágenes y que sea una reflexión visual de cómo nos vemos y cómo nos sentimos. Cómo nos retratamos dice mucho de nuestra propia percepción.
Tu caudal creativo se despliega en varios terrenos: diseño de muebles, fotografía, pintura abstracta… ¿Todo nace de la misma pulsión o las ideas brotan ya circunscritas a un determinado campo artístico?
A lo mejor se puede entender también que quien mucho abarca poco aprieta (risas). Mi trabajo se centra en la marca de muebles de diseño ubicada en San Sebastián, STUA, cuyo perfil en Instagram @stuadesign también coordino. Ella se lleva la mayor parte de mi energía. A la fotografía apenas le dedico esfuerzo, me sale natural cuando voy por la calle o cuando viajo. Son instantáneas sin preparar. No les doy ningún mérito.
La pintura es algo que he retomado hace un año porque tenía la sensación de que no era suficientemente creativo. La pintura te da total libertad. No es como un mueble con el que tienes que cumplir muchos requisitos. O Hoscos, que «solo» es un trabajo editorial. Con la pintura sí soy completamente libre. En www.jongasca.com podéis ver una selección de mis trabajos.
- Imágen de cabecera: Untimed @alvarodegregorio