Ya sea en Gran Bretaña (donde nació) o en Australia donde ha vivido muchos años, el fotógrafo Paul McDonald ha dedicado buena parte de su tiempo a los demás. Que al fin y al cabo es la mejor manera de conocerse a uno mismo. Y lo ha hecho volcado en la enseñanza y sumando horas y horas de dedicación para componer un fresco «Study of Self» que adelanta en la exposición virtual del mes de agosto en BOYS! BOYS! BOYS! y que tendrá continuación en un libro homónimo que verá la luz a mediados de este mismo mes.
Apuntando a la encrucijada entre emoción y reflexión, la obra artística de Paul McDonald enmarcada en «Study of Self» está atravesada por su vocación pedagógica. Sus imágenes nos hacen pensar (le hacen pensar a él por qué fotografía), nos conducen por el asfalto caliente de la libertad y nos ofrecen la posibilidad de descabezar pensamientos acerca de conceptos como la masculinidad, la fragilidad y la conexión entre fotógrafo y persona retratada.
Lejos de ser cajas de resonancias vacías, sus instantáneas emergen como voces enérgicas que reclaman su derecho a ser escuchadas. Y es que tras las múltiples capas de significado que se concentran en ellas, una melodía desenvuelta y hermosa las recorre como una conversación fructífera y duradera.
Paul McDonald: dolor y gloria
Fundador de Contact Sheet, un espacio creativo que apoya y tutela el desarrollo artístico de fotógrafos emergentes y consagrados y respalda la integración de personas de distintos orígenes sociales y culturales a través de becas y programas de participación comunitaria, Paul McDonald responde a las preguntas de Belfusto usando la mezcla de amabilidad y didactismo con la que también envuelve a su arte.
¿Cuándo te diste cuenta de que la fotografía iba a ser una de las vasijas artísticas en las que verterías tu instinto creativo?
Ha sido un proceso continuo de autodescubrimiento. Hace aproximadamente veinte años tenía un rol comercial no creativo en mi trabajo. Estaba convencido de que en algún momento tenía que cambiar y decidí pasar del mundo empresarial al de la fotografía.
En un principio trabajé en educación artística para una organización nacional de fotografía. Lo que me brindó la oportunidad de explorar y practicar la parte técnica de las fotos e indagar conceptualmente sobre las imágenes. Descubrir la fotografía analógica supuso un antes y un después en mi vida: se abrió ante mí una nueva comprensión de la fotografía como arte.
Otro momento crucial en mi carrera se desplegó mientras cursaba mi máster en fotografía. Llegué a replantearme mi abordaje práctico a este arte y a observar mi trabajo desde una perspectiva diferente. Ahí tomé la decisión firme de apostar por la fotografía como mi principal expresión artística.
El nombre de tu proyecto fotográfico exhibido en BOYS! BOYS! BOYS! es «Study of self». Una expresión que proviene de una frase de «Memorias de Adriano» de Marguerite Yourcenar. En la novela de la escritora belga, el emperador romano asegura que «el estudio de uno mismo» es una de las tres formas de evaluar la existencia humana. El más fructífero pero el más difícil y peligroso. ¿Cuáles han sido las principales dificultades y la mayor satisfacción que has encontrado al desarrollar tu proyecto?
Un serio desafío y también una dificultad al trabajar en un proyecto es alcanzar la confianza para llevarlo a cabo hasta que acabe. A menudo pienso: ¿por qué alguien tendría que estar interesado en mi trabajo? ¿a quién le interesará lo que tengo que decir?
Otro reto importante es la edición y la presentación final del trabajo. En esa etapa del proceso creativo recurro a mi red de apoyos. Tengo un grupo de gente en el que confío plenamente y que me proporciona comentarios honestos sobre mis imágenes, poniendo a prueba mis ideas. Sus aportes son una parte crítica del proceso y son la clave para el éxito de un proyecto.
Para mí es un privilegio y una satisfacción poder «crear conjuntamente» una imagen con alguien al que vas a fotografiar. Pero se requiere mucha confianza para poder gestar imágenes de personas a las que respetas. Invierto toda mi pasión en ello pero también quiero y espero que a ellas les guste su retrato.
Me encanta cuando veo a las personas que retrato compartir con orgullo sus retratos con sus familiares y amigos. La otra parte del proceso que disfruto especialmente es cuando percibo y estoy seguro de que una serie de fotografías está completa y representa un cuerpo de trabajo coherente. Es muy satisfactorio saber que la obra está lista para ser exhibida al público. Y por supuesto es inmensamente gratificante cuando alguien invierte en tu práctica artística comprando una obra o un libro.
¿Es «Study of Self» un espejo que refleja quién eres a través del azogue de la masculinidad, la representación del cuerpo masculino y su ubicación en la naturaleza?
«Study of Self» es autorreflexivo en muchos niveles por lo que, a veces, puede ser como mirarse en un espejo.
La presentación de la forma masculina en mi trabajo explora la vulnerabilidad y la importancia de no escondernos de nuestros miedos e inseguridades. También es una forma de procesar cómo me han visto y juzgado a lo largo de mi vida y cómo me han pedido que me comporte para encajar en la percepción de masculinidad de la sociedad.
Las imágenes de la naturaleza proporcionan otra capa a mi trabajo y son importantes para la narrativa general del mismo. Cuando vea la luz el libro (estará disponible a mediados de agosto de 2021 exclusivamente en BOYS! BOYS! BOYS!) se podrá observar cómo los retratos se equilibran con el texto y las imágenes de la naturaleza: con el océano, los árboles y los campos. Estos elementos naturales contribuyen a la totalidad de la obra.
¿Cómo logras conectar con los sujetos que estás retratando? ¿Cómo afrontas la sesión de fotos con ellos?
Mi enfoque para crear un retrato es colaborativo. Una relación respetuosa con mi modelo es esencial. Antes de una sesión dedico tiempo a conocer a la persona. A menudo nos reunimos de manera informal unas cuantas veces antes de que haga una fotografía. Quiero que se sientan cómodos y para que eso suceda debemos generar confianza. A menudo tenemos largas conversaciones sobre mi trabajo, sus ideas y sus pensamientos. Reflexionamos sobre cómo ser representado en el retrato. También discutimos la importancia del contexto. Disfruto mucho de esas conversaciones y, a menudo, forjo amistades muy sólidas con las personas con las que colaboro.
En gran parte de «Study of Self» aparecen desnudos frontales. ¿Has tenido problemas con las normas comunitarias de las redes sociales? En tu opinión ¿la censura que podemos encontrar allí podría interferir en la forma de hacer y entender el arte contemporáneo?
Sí, me he encontrado con muchos problemas con las redes sociales y la censura. Debemos ser realistas y recordar que las redes sociales son negocios. Su objetivo es ganar dinero con la publicidad y con la venta de la información que recopilan de nosotros cuando usamos sus plataformas. No tienen ningún interés en nuestra comunidad y en el arte que producimos.
Me opongo frontalmente a su categorización. Por ejemplo, mi trabajo ha sido censurado conforme a los estándares de la comunidad y ha sido clasificado como «pornografía» o «venta de servicios sexuales». Esto es claramente incorrecto. Creo que si vamos a ser censurados, el motivo de la sanción debería ser lo más objetivo posible para que el público entendiera la retirada de la imagen.
Me preocupan los jóvenes artistas queer que intentan descubrir sus vínculos con la comunidad a la que pertenecen y se esfuerzan en procesar lo que sienten y piensan. Es muy preocupante si les dicen que lo que les interesa explorar es pornografía o es sexualmente ofensivo. En tales casos, la censura puede ser más dañina que beneficiosa para los jóvenes. Sabemos que el suicidio y la salud mental son grandes problemas para nuestra comunidad. Las redes sociales tienen la responsabilidad de comprender cómo sus prácticas de censura pueden estar contribuyendo a fomentar estos daños.
Siempre necesito pensar detenidamente sobre lo que publico en las redes sociales y cómo edito y selecciono el trabajo para las distintas plataformas. Esto limita la forma en que hablo de mi arte y de todas sus capas contextualizadas. El contexto es importante para que el espectador comprenda el arte. La censura de las redes sociales es muy perjudicial para los artistas que buscan discutir temas sociales importantes mediante la creación de diálogos con comunidades marginadas. Pienso que esta es la razón por la que muchos fotógrafos eligen autoeditar sus propios libros: para poder presentar su trabajo tal y como quieren que se vea.
Puedes disfrutar de la exposición virtual «Study of Self» de Paul McDonald en BOYS! BOYS! BOYS! –la plataforma artística de fotografía queer y gay de The Little Black Gallery- desde el 31 de julio hasta el 3 de septiembre de 2021 en www.boysboysboys.org