La fotografía de Xanthos Georgiou hunde sus raíces en los montes Olímpicos que atraviesan, como una fértil cicatriz, el sur de Chipre.
Cuenta el fotógrafo uruguayo Luis Fabini, autor de la imprescindible exposición «Las Américas a través de sus hombres a caballo» que en un receso de su proyecto fotográfico uno de los gauchos que estaba retratando le comentó, entre sorbos de mate, que «un gaucho es la tierra que pisa». Lo que él no advirtió en aquel momento es que un fotógrafo también.
Si damos por bueno que un fotógrafo es la tierra que recorre, la obra de Xanthos Georgiou es una sensacional amalgama que se nutre de la borboteante encrucijada cultural de su país. De sus luces y sus sonidos.
Con ecos de Rudolf Koppitz (en el asombroso dominio de las líneas y las formas) y con la elegancia y exquisitez de George Platt Lynes en la elección de los encuadres, la fotografía de Xanthos Georgiou fusiona anatomía y paisaje en unas potentes imágenes orgánicas.
Sin desdeñar la parte más comercial de su carrera, es también un habilidoso y notable fotógrafo de bodas. Su gusto y su empeño en rascar la parte más artística de cualquier colaboración o trabajo otorgan a todas sus creaciones un viraje personal muy rico en matices.
Xanthos Georgiou, imágenes que no se completan en frío
Hacerle una entrevista a un fotógrafo siempre supone adentrarse por terreno resbaladizo. Muchos grandes fotógrafos lucen una concisión contrastada. Sus imágenes hablan por ellos. Pero desde su estudio en Limassol, Xanthos solo nos devuelve calidez y reflexiones resolutivas.
¿Cómo llegaste a interesarte por la fotografía?
Recuerdo que, cuando era niño, usaba varias películas al día para fotografiar diariamente a las personas que me rodeaban. Siempre me asaltó una vena creativa. Nunca me gustó capturar cosas con la cámara de manera convencional. Tiempo después, tendría alrededor de 20 años, comencé a comprar los últimos modelos de cámaras réflex digitales y mi faceta artística se desbocó de una forma inimaginable. Todo pasaba por mi filtro más creativo: desde las fotografías con modelos hasta las instantáneas de bodas y retratos.
¿Podemos convenir que el cuerpo masculino ha sido el motor de tu carrera artística?
Bueno, un cuerpo masculino en buena forma, no un hombre con una constitución muscular muy grande, siempre es un buen material para la fotografía artística. Pero si el modelo no tiene una fisionomía fascinante y no sabe expresarse o transmitir emoción, obtienes una imagen vacía: sin alma. Y eso es algo que siempre evito capturar.
Entonces, ¿es importante una buena conexión entre modelo y fotógrafo para lograr un trabajo perfecto?
Siempre procuro hablar con los nuevos modelos con los que voy a colaborar antes de que nos encontremos en el set. Trato de ver si podemos establecer una conexión. Creo que es muy importante tener una ligazón para lograr algo grandioso. Si no es así, siempre faltará una pieza del rompecabezas y esa falta de vínculo se va a trasladar a las imágenes finales. La gente nota esa falta de empatía.
¿Consideras que la ropa interior y los bañadores son un incentivo o una barrera a la hora de retratar a los hombres de forma artística?
Los bañadores son los asesinos de la fotografía artística. Pocas veces veo imágenes de modelos con trajes de baño que se puedan considerar arte. ¡Pero esa es solo mi opinión! El arte es muy subjetivo y nadie tiene certezas absolutas si hablamos de arte. Cuando me contratan o colaboro con marcas de bañadores, necesito presentar el producto de una manera que sea atractiva y comercial pero me empeño en dejar mi toque. Por eso dedico todos mis esfuerzos a crear imágenes lo más cercanas posible al territorio de lo artístico. La ropa interior, sin embargo, tiene un potencial artístico extraordinario. Especialmente las prendas que parecen que se han usado mucho o que están un poco dañadas. Con un buen modelo y ropa interior se pueden conseguir imágenes muy artísticas.
¿Qué han significado las redes sociales para ti y tu arte?
Bueno, sin las redes sociales a la mayoría de los nuevos artistas les resultaría difícil mostrar su trabajo. ¡Así que tengo que estar agradecido de que la tecnología haya logrado unirnos a todos!
Lo único que no me gusta de todo esto es que las nuevas generaciones elaboran fotos de desnudos sin sentido solo para obtener likes y seguidores. Eso es algo de lo que se arrepentirán en el futuro. La mayoría de las veces, sin darse cuenta, los modelos se convierten en estrellas porno sin proyección laboral. No se percatan de cómo esto puede afectar a su carrera e influirlos después. No tengo ningún problema con las estrellas porno pero es realmente triste que tantos jóvenes no tengan más oportunidades de mostrar sus verdaderos talentos y se adentren en esta nueva realidad sin reflexionar ni comprender los pros y los contras.
- Xanthos Georgiou | Instagram