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Mauricio A. Rodríguez, una habitación propia

¿Se puede crear arte con las imágenes que compartimos en Grindr, Scruff o Instagram? ¿Podemos entrar de lleno en el campo gravitacional de conceptos tan elevados como autoría, apropiación y resignificación sin que aparezca la palabra trapacería cerca? Sí, se puede. Fundamentalmente porque detrás de "Unlocked", la exposición que boysboysboys.org dedica al fotógrafo Mauricio A. Rodríguez, asoma la visión de un gran artista que emociona y perturba a partes iguales poniendo en apuros a la estética tradicional. Bordeando límites. Desafiando normas.

Gustavo Forcada
Editor Jefe en Belfusto.com. Soy un disfraz de tigre. Si tú eres el diablo, no soy yo quien cuenta esta historia. No te preocupes por el tiempo: tenemos toda la noche. Hasta que termines no va a amanecer.

Las trece composiciones fotográficas que forman parte de «Unlocked», la nueva exposición que The Little Black Gallery consagra a Mauricio A. Rodríguez a través de boysboysboys.org (su plataforma artística para la difusión de la fotografía gay y queer), están marcadas por la transgresión y el debate. Ensambladas con habilidad prodigiosa y magníficamente orquestadas por el fotógrafo venezolano afincado en Nueva York, las imágenes de Mauricio yerguen una sinfonía de matices que va más allá del puro goce estético. Instantáneas que se contornean por aquellas sendas que vislumbraba Paul Valéry en «La conquista de la ubicuidad» y que auguraban la transformación de la técnica y la inventiva artística.

Arte apropiacionista
@TANTOTANO © Mauricio A. Rodríguez

A partir de imágenes compartidas o suministradas por los usuarios en las redes sociales y en las aplicaciones de citas en línea gays (con o sin autorización para reproducirlas), Mauricio A. Rodríguez redefine el concepto de representación del cuerpo masculino y dribla nociones tan resbaladizas como las de autoría, significado o derechos de reproducción.

Y todo con una estética cotidiana en la que las imágenes de Grindr, Scruff, Wapo o Instagram se funden entre sí, en un seductor juego de opacidades, para devolvernos una obra que supone un disparo certero a la línea de flotación de la concepción en imágenes del cuerpo masculino desnudo y de la esencia misma del retrato.

Exposición Unlocked en Boys!Boys!Boys!
@ARH.83 © Mauricio A. Rodríguez

Hay algo de surrealista en el hecho de que una maraña de culos peludos y torsos desnudos de hombres nos inviten a recapitular en qué punto nos encontramos como sociedad. En un mundo donde lo digital inunda cualquier aspecto y trabajamos -cada día y sin sueldo- nutriendo de imágenes a las redes sociales que no cesan de facturar a nuestra costa e intentan definir quiénes somos.

Mauricio A. Rodríguez
@BFTRAVELBUTTS © Mauricio A. Rodríguez

Mauricio A. Rodríguez, el selfi en la época de su accesibilidad infinita

Mauricio A. Rodríguez aporta savia nueva a los vasos conductores del apropiacionismo, ese movimiento artístico que utiliza partes de obras ya existentes para componer una obra nueva resignificándola en un nuevo contexto. Y convierte sus imágenes, bañadas con una inquietante atmósfera misteriosa, en un punto de fuga necesario para dar perspectiva a un aquí y ahora donde el selfi se convierte en el tótem del mundo digital y el voyerismo se ha destapado como el opio del pueblo.

Fotografía Queer
Censored M © Mauricio A. Rodríguez

Hablamos con Mauricio A. Rodríguez desde su estudio en Nueva York:

¿Cómo y cuándo percibiste que la fotografía iba a ser el campo artístico en el que desplegarías tus pulsiones creativas?

Desde que era niño tuve afición por el vídeo y la fotografía. Recuerdo tomar fotos en todos los viajes que hacía con mi familia por Venezuela y Suramérica. Me encantaba hacerles fotos a mi hermana y a mi mamá, a la que le hacía indicaciones para posar y la «dirigía» en los hoteles a los que llegábamos como si fuese una actriz.

No obstante, mi vida dio un vuelco de 180 grados cuando, en medio del proceso de aceptarme tal y como era, tuve un accidente automovilístico. En ese instante no solo asumí que era gay, sino que tenía un camino por delante que me estaba esperando y no era el que había planificado.

RAM Imagery Estudio Fotográfico
@GERTVAHEMAE © Mauricio A. Rodríguez

¿Cómo crees que influyó el hecho de trasladarte a Nueva York desde Venezuela en tu manera de acercarte a la fotografía?

Sinceramente creo que son dos hechos que van unidos. Todo en la vida es circunstancial. Creo que vivir en Nueva York me obligó a enfrentarme a dos mundos: el hetero y el gay. Al rememorar todo aquel proceso de redescubrimiento (a un nivel tanto personal como artístico), vienen a mi cabeza flashes y retazos abstractos de recuerdos que surgen reflejados en mi trabajo. Mis composiciones son producto de momentos oscuros, depresivos y de luchas de aceptación.

Fotógrafo Mauricio A. Rodríguez
@HALS.ETC © Mauricio A. Rodríguez

A la hora de adentrarte en tu faceta más artística y personal ¿cuánto pesa todo tu background como fotógrafo de moda e interiores? ¿es un lastre o un catalizador?

Pienso que no hay obstáculo, por pequeño que sea, que no tenga su propósito. Para poder crecer y avanzar en todos los aspectos de tu vida tienes que conquistar todos los obstáculos con los que te encuentres. Solo de esta manera puedes descubrir quién eres y de qué eres capaz. Por ejemplo, todas mis creaciones artísticas tienen mucha inspiración erótica. Así que siempre retumba en mi cabeza eso que dicen por ahí cada dos por tres: «el sexo vende». Hay que sobreponerse a eso. Para ser fotógrafo es necesario explorar todos los aspectos del arte y destilar lo que te emociona.

Fotógrafos gays
@KGMFO © Mauricio A. Rodríguez

En la exposición online «Unlocked» de Boys!Boys!Boys!.org nos planteas una redefinición de lo que es un retrato en los tiempos del dominio absoluto de las redes sociales ¿Cómo llegaste a interesarte en una materia con tantas implicaciones conceptuales?

Honestamente creo que entrar en la comunidad gay es complicado porque puede ser difícil entenderla y formar parte de ella. No solo por los estereotipos negativos con los que creces culturalmente, sino porque es muy difícil descubrir los positivos. La definición del cuerpo masculino, los diferentes grupos dentro de la comunidad y todo lo que estos representan (o creemos que representan) son solo una pequeña parte de lo que mi exposición pretende mostrar.

No es fácil encontrar personas responsables y sensatas que quieran ser fotografiadas en las redes sociales gays. Esta limitación y, en cierta medida, el rechazo que experimentaba allí me llevó a conceptualizar las conversaciones que mantenía en dichas redes. Lo que me empujó, hasta el punto de la obsesión, a guardar todo el material gráfico que me ofrecían y me pasaban en las aplicaciones de ligue gays. Esa efervescencia se cruzó con una de mis grandes inspiraciones: Richard Prince, el rey del arte del apropiacionismo. Sin desmerecer los trabajos exquisitos de otros artistas gays me di cuenta de que no podía quedarme anclado en la figura masculina. Tenía que mandar un mensaje más allá de la mera representación. Y lo tuve claro: ¿cómo afrontamos la accesibilidad a las imágenes en esta época de hiperconexión? ¿A quién pertenecen las imágenes de nuestro cuerpo desnudo que compartimos en las redes y aplicaciones? Nuestra sed por lo desconocido se enfrenta por primera vez a la posibilidad de acceder a recursos escritos y visuales casi infinitos con solo hacer clic.

Mauricio A. Rodríguez fotografía queer
@K__I__A__H © Mauricio A. Rodríguez

¿Temes que el «desbloqueo» que estamos viviendo en cuanto a la exposición pública del cuerpo masculino en el mundo digital puede derivar en un «bloqueo» creativo a la hora de representarlo artísticamente?

Absolutamente sí. Cuando Snapchat popularizó los mensajes de fotos y vídeos que solo son visibles durante un período limitado de tiempo, el resto de las redes sociales empezaron a bloquear la descarga de imágenes o las capturas de pantalla. ¿Por qué? Porque hasta entonces todas las imágenes podían ser capturadas y compartidas en cualquier plataforma. Esta limitación no es algo nuevo: recordemos las polémicas en torno al collage en la época del formato papel.

Esto es solo la forma (en la era digital) de controlar las redes sociales y silenciar mensajes controvertidos para evitar demandas. Tenemos que entender que, en el momento en el que subes una imagen en cualquier plataforma, la imagen pasa a ser pública. ¿Quieres demandar si alguien la usa? ¡Hazlo! Te aseguro que perderás mucho tiempo y dinero tratando de ganar el caso.

Exposición queer Unlocked Mauricio A. Rodríguez
@ITZQUEERCOWBOY © Mauricio A. Rodríguez

Lo que intento conseguir con mis creaciones artísticas (muchas veces con permiso para utilizar las imágenes de otras personas y otras sin su consentimiento) es que entendamos que el límite lo tenemos que marcar nosotros y no darle el poder a las compañías que dominan el mundo web. ¿No quieres verte desnudo en algunas páginas o en otros contextos? No compartas tus fotos. Aparte de lo mencionado, mi objetivo final es el de exponer mi percepción del cuerpo masculino de acuerdo con mis conversaciones en las apps y de cómo percibo que los hombres se quieren presentar al mundo entero.

  • BOYS! BOYS! BOYS! | Instagram
  • Mauricio A. Rodríguez | Instagram
  • Exposición virtual «Unlocked» de Mauricio A. Rodríguez hasta el 30 de abril de 2021 en boysboysboys.org la plataforma online de fotografía gay y queer de The Little Black Gallery | Web
  • Imagen de cabecera: @SCRFFYCB © Mauricio A. Rodríguez

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