Además de favorecer tu descanso, los remedios para dejar de roncar pueden salvarte de situaciones incómodas y desagradables. Desde discusiones bizantinas (si los ronquidos se convierten en norma) hasta jornadas de mal humor si, por ejemplo, has compartido habitación con alguien y no había manera de bajar los decibelios. Roncar es sinónimo de molestia. Y aunque en un gran número de casos nos encontramos ante una manifestación inofensiva, en ocasiones es sinónimo de una enfermedad seria como la apnea del sueño correlacionada directamente con riesgo grave de hipertensión. Por lo que, para descartar patologías, convendría visitar al otorrinolaringólogo si te levantas con la garganta irritada de tanto roncar, te falta el aliento al despertar o estás cansado durante todo el día.
Remedios para dejar de roncar
Los ronquidos pueden tener diversas causas. Son más frecuentes en hombres (por cada cuatro hombres que roncan encontramos a dos mujeres) y se estima que un 60% de la población ronca cada noche, ya sea regular o ocasionalmente.
La mayor parte de los ronquidos son provocados por la relajación excesiva de los músculos del cuello lo que incide de manera directa en el cierre parcial de las vías respiratorias altas. Este estrechamiento impide el paso total del aire generando una molesta (acústicamente hablando) vibración en la garganta. No obstante también existen limitaciones anatómicas como deformaciones en la nariz o la mandíbula o presentar unas amígdalas más grandes de lo habitual que pueden propiciarlos.
Con todo, si sigues estos consejos puedes ver disminuidos tus ronquidos:
Aumenta tu nivel de hidratación
Estar bien hidratado, sobretodo en verano, debería ser uno de nuestros objetivos de cada día. Más aún sabiendo que la falta de hidratación condensa las secreciones del paladar blando y de la nariz, lo que acaba provocando un aumento de los ronquidos.
Fomenta una buena higiene del sueño
Puede que este punto sea demasiado holístico pero está demostrado que fomentar una buena higiene del sueño -es decir, acostumbrarse a dormir a la misma hora, no saltarse las horas de sueño, ejercitar cuerpo y mente durante el día y insuflar vegetales, fruta y vitaminas a tu dieta- ayudará a disminuir el volumen de tus ronquidos.
Procura dormir de costado y elevando la cabeza
Parece una tontería pero no lo es porque está acción se basa en la anatomía y en la ley de la gravedad. Si duermes boca arriba, la lengua y el paladar tiran hacia la pared de atrás de la garganta lo que favorece sobremanera la posibilidad de roncar. Dormir de costado y con la cabecera de la cama ligeramente inclinada hacia arriba difuminará los ronquidos.
No fumes
Es obvio, pero tenemos que decirlo: las vías respiratorias superiores de los fumadores están hechas un cuadro. La hinchazón y la irritación potencian los ronquidos y someten a la garganta a un estrés extra.
Cena poco y temprano
Una ingesta ligera y llevada a cabo un par de horas o tres antes de asaltar la cama es un as en la manga para frenar los ronquidos. Las digestiones pesadas dificultan la consecución del sueño e indirectamente propician las vibraciones molestas en tu garganta.
Controla tu peso y baja kilos si lo necesitas
A partir de cierto nivel de sobrepeso y obesidad es más probable que se acumule sustancia adiposa alrededor del cuello. Su compresión sobre la zona interna de la garganta y las vías respiratorias altas corta el flujo normal del aire y provocará que no dejes de roncar. Así que si quieres un motivo más para controlar el número de calorías que ingieres cada día, aquí tienes uno muy ruidoso.
No ingieras relajantes por la noche
A parte de ser un problema de salud pública que exige una respuesta contundente y rápida, la toma de medicamentos relajantes por la noche (ansiolíticos y tranquilizantes) envuelve en una bruma laxa a los músculos de la garganta que, de esta forma, afinan sus sonidos vibrantes y no paran de molestar en toda la noche.
No bebas alcohol
El mismo efecto sobre tu boca, garganta y faringe que provocan los tranquilizantes lo ejecuta también el alcohol. Así que, si quieres presumir de no roncar, limita su consumo especialmente a partir de media tarde.
Ayudas médicas y farmacológicas para evitar los ronquidos
Todos los consejos anteriores no plantean ni suponen la compra o la receta de ningún tratamiento o accesorio específico. Ahora bien, como ya hemos señalado, con los ronquidos no se juega y deberíamos consultar a un especialista médico para que nos diagnostique si padecemos apnea del sueño.
La odontología, la medicina y la farmacología también han invertido en I+D para diseñar o fabricar soluciones efectivas contra los ronquidos. Y ojo, serán efectivas en función de qué es lo que nos provoca roncar. En casos extremos también se puede abordar la cirugía especializada. Entre las soluciones de carácter protésico más destacadas están:
Férulas de avance mandibular
Si la vibración de tus ronquidos es debida a una divergencia anatómica de tu lengua o del paladar blando, existen fundas de plástico y silicona -similares a las recetadas para combatir el bruxismo- diseñadas por protésicos (también hay algunas universales de venta en farmacias aunque su alcance es más limitado) que empujan la mandíbula hacia delante. Así se fomenta el paso del aire y disminuyen los ronquidos.
Cintas para el mentón
Si nuestros ronquidos están provocados por una respiración bucal (en lugar de nasal) existen correas (más o menos cómodas) que se colocan en la cabeza y el mentón y mantienen la boca cerrada mientras dormimos.
Sprays Bucales
De venta en farmacias y sin receta, los sprays bucales anti ronquidos aplicados antes de dormir fortalecen e hidratan las superficies de la boca y el paladar reduciendo significativamente las vibraciones del tejido blando de la parte posterior de la garganta.
Soluciones para los ronquidos
Desde algunos consejos que puedes aplicar ahora mismo hasta soluciones más o menos económicas con dispositivos pensados específicamente para disminuir los ronquidos, hemos repasado una lista de remedios para dejar de roncar o, como mínimo, disminuir el nivel de las molestas vibraciones que convierten nuestro dormitorio en una orquesta sinfónica. Aplícalos desde ya.
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